Soy Sophie Fringant, una quiropráctica francesa procedente del soleado sur de Francia. Descubrí la quiropráctica tras lesionarme la espalda cuando era adolescente y este fue mi primer contacto con la profesión. Me quedé realmente asombrada de cómo la quiropráctica me ayudaba a funcionar al máximo de mis capacidades, estando alineada y en paz (tanto mental como físicamente).

Siempre he sido una persona muy curiosa desde que tengo uso de razón, apasionada por el cuerpo humano, su anatomía, neurología y fisiología. Me asombraba que existiera una profesión tan asombrosa, convertirme yo mismo en quiropráctico era entonces una evidencia.

Después de 6 años de formación a tiempo completo en Francia y en Inglaterra, me gradué como quiropráctico en el Anglo-European Chiropractic College. Más que cualquier otra cosa, me apasiona guiarle a través de su viaje de curación. Mi objetivo es asegurar que su sistema nervioso está funcionando en su mejor momento, para que pueda ser facultado para vivir su vida en todo su potencial. Escuchar profundamente y trabajar con empatía son mis dos puntos esenciales como profesional.

A través de los años, he sido entrenado para servir a todas las edades, desde mujeres embarazadas a los recién nacidos, niños, adultos, ancianos, atletas … Puedo ver todos los días los efectos de cambio de vida de la atención quiropráctica en la vida de mi paciente, de ahí mi objetivo de hacerla más accesible a cada grupo de edad. Creo firmemente que los niños sanos serán los adultos más felices del mañana, por lo que atender a bebés y niños, sean cuales sean sus dolencias, ocupa un lugar especial en mi corazón.

Llevo tres años en los Países Bajos. Cuando no estoy en la consulta atendiéndote, normalmente me encuentras practicando yoga, fotografiando, yendo de excursión y descubriendo nuevos lugares.